domingo, 18 de octubre de 2015

Su recuerdo

   Volviste a mi,
como cuando el asesino vuelve al lugar del crimen.
Dejando huellas 
estancadas en el fondo del pecho,
revolviendo los recuerdos,
dejando los sueños patas arriba
y al olvido perdido. 
Perdido por los nuevos caminos de tu piel,
por las curvas que llegan hasta tu sonrisa
chocándose con los baches de tu columna vertebral. 
   Me encantaba planear por el cielo de tus párpados,
contar las estrellas de las noches de tus ojos
y deslizarme por tu nariz como si fuese un tobogán,
acabando en las olas de tus labios.
Las noches eran menos frías en Invierno,
cuando la lluvia chocaba contra la ventana 
y el ruido del tráfico era nuestra melodía favorita.
Le encantaba que fuera su musa,
me escribía con todos los sentimientos que me hacía sentir 
y me dibujaba con cada sonrisa que me sacaba.
Conseguía abrazarme con cada palabra
que limpiaba la lluvia ácida. 
Y coloreaba con esos colores inciertos
los límites de mi horizonte torcido
para llenarlo de amor
y recordarme que con cada letra
sería como el último baile de nuestra boda.